Hassett no ofreció detalles sobre la magnitud de los gravámenes, que desde abril se mantienen en un 10 %, nivel similar al aplicado por Estados Unidos a la mayoría de países latinoamericanos como parte de su política comercial.
La relación entre ambos gobiernos se encuentra tensa tras el anuncio de Trump de suspender la ayuda financiera a Colombia, acusando al presidente Gustavo Petro de ser "un líder del narcotráfico" y de no actuar con firmeza contra el tráfico de drogas.
Petro respondió negando las acusaciones y calificó a Trump de "grosero e ignorante con Colombia".
El senador republicano Lindsey Graham indicó que la Casa Blanca analiza sanciones comerciales adicionales, mientras que Trump reiteró su intención de imponer nuevos aranceles sobre Bogotá.
Este no es el primer episodio de tensiones: en enero pasado, Trump amenazó con un arancel del 25 % luego de que Petro rechazara recibir vuelos de migrantes deportados, aunque finalmente el gobierno colombiano accedió a la medida.
Sobre la situación actual, Hassett dijo: "Ya veremos. Por ahora, no hay ningún anuncio previsto", dejando claro que Estados Unidos no ha tomado decisiones adicionales por el momento.
Analistas coinciden en que la tensión diplomática podría tener implicaciones económicas para ambos países, especialmente en sectores de comercio e inversión. Mientras tanto, Washington como Bogotá mantienen un seguimiento cercano de la situación, sin que se confirme ninguna acción concreta.
Redacción: Forum News