Por su parte, el embajador estadounidense en Panamá, Kevin Marino Cabrera, recordó que “una visa es un privilegio, no un derecho”, y destacó que la revocación o negación de visas se realiza conforme a la ley estadounidense. El diplomático mencionó la política anunciada en septiembre por el Departamento de Estado, destinada a restringir visas a ciudadanos centroamericanos que actúen en favor del Partido Comunista chino y socaven la democracia en la región.
La controversia se da en un contexto regional de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. Casos recientes incluyen la revocación de visas a figuras políticas de Costa Rica, como el expresidente Oscar Arias y la vicepresidenta del Congreso Vanessa Castro, bajo argumentos de supuestos vínculos con el Partido Comunista chino.
Panamá se encuentra en el centro de esta disputa por la importancia estratégica del Canal de Panamá. La administración estadounidense ha pedido al país reducir la influencia de China sobre la operación del canal y los puertos asociados, lo que llevó a Panamá a aceptar que la empresa con sede en Hong Kong venda sus concesiones a un consorcio estadounidense. Mulino ha reafirmado que el país mantendrá la neutralidad del canal.
“Son libres de dar y quitar una visa a quien quieran, pero no de amenazar diciendo que si no haces algo, te quito la visa”, señaló Mulino, quien insistió en que Panamá no está involucrado en el conflicto entre ambas potencias.
Redacción: Forum News