El gobierno chino había comunicado que exigirá licencias especiales para exportar minerales raros y otros materiales críticos utilizados en la fabricación de dispositivos electrónicos, motores y componentes tecnológicos. También advirtió que cualquier solicitud vinculada con fines militares será rechazada, lo que generó preocupación entre países dependientes de estos insumos.
Trump calificó la postura de China como “extraordinariamente agresiva” y sostuvo que el país asiático intenta ejercer control sobre los mercados globales mediante medidas planificadas “desde hace años”. En un mensaje publicado en su red Truth Social, acusó a Beijing de mantener al mundo “cautivo” al restringir el acceso a materiales esenciales para la industria moderna.
Además de los aranceles, Estados Unidos impondrá sus propios controles a la exportación de software considerado de importancia estratégica, los cuales se aplicarán a partir del mismo 1 de noviembre o antes, dependiendo de la respuesta de China. El mandatario advirtió que no ha mantenido comunicación con el presidente Xi Jinping y calificó las acciones del gobierno chino como “una sorpresa para todos los líderes del mundo libre”.
La tensión comercial se intensificó justo antes de una reunión prevista entre ambos mandatarios. Fuentes en Washington interpretan el momento elegido por Beijing como un mensaje político previo al encuentro.
Trump también relacionó la decisión china con el contexto internacional, señalando que resulta “inapropiada” tras el anuncio de un alto el fuego entre Israel y Hamas. Sin presentar pruebas, sugirió que Beijing buscaba distraer la atención del acuerdo humanitario alcanzado en Gaza.
Redacción: Forum News