Jorge Ortega, colombiano que reside en Chicago desde hace más de cinco décadas, asegura que nunca había visto algo similar. “Sentimos que Chicago está bajo amenaza de guerra, estamos en guerra con nuestro propio país. No entiendo por qué está pasando esto”, expresó en entrevista.
El despliegue de agentes de ICE en barrios latinos mantiene calles y negocios vacíos. Ortega recuerda que antes era común ver puestos de comida y actividades familiares, pero ahora la presencia comunitaria se ha reducido al mínimo. Incluso, comenta, hacer compras en supermercados se ha vuelto más rápido por la falta de clientes.
Pese al clima de temor, Ortega decidió no cancelar el Gran Festival Colombiano 2025, realizado en julio. Desde hace 11 años este evento es parte de la cartelera cultural de Chicago, pero este año enfrentó un gran desafío: la ausencia de la mitad de los vendedores y una asistencia menor a la habitual.
“Estaba realmente nervioso, pensaba en cómo íbamos a mantener a salvo a la comunidad”, explicó. Para reducir riesgos, los organizadores implementaron medidas de seguridad y planes de emergencia, conscientes de que muchos trabajadores tenían miedo de ser detenidos.
Aunque la concurrencia bajó, más de 6.500 personas participaron y los restaurantes agotaron sus productos. Para Ortega, la experiencia dejó claro que, pese a la ofensiva migratoria, la comunidad latina sigue luchando por mantener vivas sus tradiciones en Chicago.
Redacción: Forum News