El subsecretario de Turismo, Luis Chévez, destacó que los principales destinos turísticos lograron ocupación hotelera completa durante dos o tres noches, reflejando el dinamismo del sector en ciudades, playas y zonas rurales. “Desde el carnaval de Tegucigalpa, la gente comenzó a disfrutar de las vacaciones y eso se reflejó en el movimiento económico”, indicó el funcionario.
Un dato relevante del comportamiento turístico fue que el 38 % de los desplazamientos se dieron con fines familiares, lo cual, según Chévez, fortalece el consumo en comunidades locales. “Aunque las personas viajen a visitar a sus familias, eso genera movimiento económico en pueblos y municipios, dinamizando la economía de base”, agregó.
No obstante, a la par del auge turístico interno, la Semana Morazánica también evidenció una tendencia que preocupa a las autoridades y al sector privado: el creciente número de hondureños que aprovechan el feriado para viajar al extranjero. Los pasos fronterizos con El Salvador, particularmente en El Amatillo, registraron extensas filas de vehículos, mientras que aeropuertos nacionales reportaron un incremento notable de pasajeros hacia destinos como México, República Dominicana y Colombia.
Ante esta situación, el presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh), Andrés Ehrler, recordó que el objetivo de la Semana Morazánica, creada en 2014, fue fortalecer el turismo nacional. Sin embargo, señaló que la falta de una estrategia efectiva de promoción, incentivos y mercadeo ha provocado que parte del gasto turístico se fugue a otros países. “Esto golpea directamente a los pequeños empresarios del turismo rural, de naturaleza y aventura, que dependen del movimiento interno”, advirtió.
Ehrler también señaló que los factores climáticos y la situación económica de las familias influyeron en las decisiones de último momento de muchos viajeros, lo que redujo la ocupación en algunos hoteles de zonas rurales. “Si no hay una estrategia conjunta entre gobierno y sector privado, el feriado corre el riesgo de perder sentido”, subrayó.
Entre las propuestas que se discuten en el sector está la posibilidad de modificar el formato del feriado, dividiendo la Semana Morazánica en tres fines de semana largos para distribuir mejor los flujos turísticos y estimular distintas regiones del país sin paralizar totalmente la economía por varios días. Asimismo, se insiste en la necesidad de políticas públicas sostenidas que incluyan inversión en infraestructura vial, seguridad y capacitación para los operadores turísticos.
De esta manera, la Semana Morazánica se enfrenta a un doble escenario: por un lado, se confirma como un motor clave para la economía nacional; por otro, se visibiliza el reto de replantearla para que recupere su esencia original de impulsar el turismo interno y fortalecer la identidad nacional.
Redacción: Forum News